viernes, 22 de junio de 2007

pausas

Ayer a la noche escuché con más detenimiento que lo habitual la versión que hace Shirley Horn de Yesterday. La mina le pone pausa, mucha pausa, se la escucha respirar. Y hace verdadera una canción que es muy trucha. ¿Cuántos años tendría McCartney cuando la compuso? 25 a lo sumo. ¿Y cómo puede decir que "all my troubles seem so far away" ¿De qué habla? Hay en el rock una zona de nostalgias inventadas como si no se pudiera andar sin hacer declaración jurada de que uno tuvo un pasado más feliz que ahora. Vaya como ejemplo "hubo un tiempo que fui hermoso, que fui libre de verdad", o "todo tiene un final, todo termina", un carpe diem religioso y fuera de edad. Pero volvamos a Shirley, esas pausas, ese estar a punto de empezar y tomarse un segundo más, ¿no es como ese segundo que uno demora antes de acabar, de correrse? ¿No encajaría mejor la idea de "petit mort" para hablar de esa demora en la que nada pasa más que la espera y la excitación en su estado más absoluto, que usar la idea para la vulgata eros-tanatos? ¿habrá que ser siempre tan lacaniano? ¿hay que adorar a Bataille? El secreto está en la pausa. Me pasó antes con Marianne Faithful cantando "Boulevard of broken dreams". La había oído antes por Tonny Bennet. Y Tony me gusta. Pero acá está entregado sin resistencia al fandango (ese es el ritmo) del compositor y todo su énfasis, como apurado para salir del boulevard. Marianne se queda allí para ver que encuentra. Andá a saber, hay que tener ganas de comparar sueños rotos. Pero no deja de tener una rara dignidad. Querer formar parte de la raza de los pausados. ¿Cuál será el precio a pagar?

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